CONSEJOS DIETÉTICOS PARA PREVENIR LA ATEROSCLEROSIS

La aterosclerosis es un proceso degenerativo del sistema vascular caracterizado por el endurecimiento, la pérdida de elasticidad y la formación de unos depósitos anormales en la capa más interna de las paredes arteriales (ateroma).

Las arterias con ateromas restringen el flujo de sangre a las diferentes partes de nuestro organismo. Si no se previene esta situación se puede acabar produciendo un coágulo de sangre, que bloqueará las arterias interrumpiendo totalmente el paso de sangre. Si esto sucede en las arterias que rodean el corazón aparecerán arritmias e insuficiencia cardiaca asociadas a infarto o angina de pecho. Si ocurre en las arterias responsables de hacer llegar la sangre al cerebro derivará en apoplejía y si se ven afectadas las arterias femorales aparecerá dolor en las piernas al caminar y fatiga.

Las causas de la aterosclerosis son múltiples y se pueden dar simultáneamente: hipertensión, diabetes, colesterol elevado, disfunción renal, exceso de consumo de sal y grasas saturadas, el tabaquismo, cúmulo de tóxicos, etc.
Entre los síntomas más frecuentes se encuentra el dolor de pecho, la falta de respiración, los mareos, los calambres, las ulceraciones en las piernas, la confusión mental, la falta de coordinación motriz, etc.

Consejos dietéticos para su prevención:

– Una ingesta de calorías adecuada (normocalórica).
– Una disminución en el consumo de grasas saturadas, hidrogenadas y colesterol.
– La reducción de sal de mesa y alimentos ricos en sodio.
– La reducción en el aporte de azúcares simples.
– Un aporte adecuado de alimentos ricos en fibra.
– El uso de aceite de oliva como principal fuente de grasas.
– Evitar el aporte de proteínas ligadas a grasas (carnes grasas).

BENEFICIOS DEL EJERCICIO FÍSICO

 

La actividad física es una herramienta de salud en cualquier edad. Un estilo de vida físicamente activo (caminar con regularidad, subir y bajar escaleras, cuidar el jardín o el huerto, hacer las tareas de la casa, etc.) se asocia una mejora en el estado general de salud. Las personas sedentarias tienen mayor riesgo de padecer ciertas patologías como las cardiovasculares, hipertensión arterial, cáncer, diabetes, obesidad, osteoporosis, etc.

Hay diferentes programas de actividad física que incluyen la natación, las actividades acuáticas, la bicicleta (normal o estática) y otros más suaves para aquellas personas con alguna limitación para caminar o mantenerse estable como los estiramientos, que mejoran la flexibilidad, facilitan los movimientos y reducen el riesgo de lesiones musculares.

¿Porqué es beneficioso el ejercicio físico?.

  • Mejora la forma y la función cardiovascular, evitando la fatiga y reduce el riesgo de enfermedades cardiovasculares.
  • Mejora el estado de ánimo, ayuda a eliminar el estrés emocional y las tensiones, alivia y previene la depresión, reduce la ansiedad, mejora la autoestima, mejora la calidad del sueño y produce sensación de bienestar general.
  • Normaliza los niveles de glucosa y de colesterol en sangre.
  • Aumenta el gasto calórico del organismo, contribuyendo a la pérdida de peso y al mantenimiento del mismo.
  • Mejora la absorción de calcio en los huesos, mejora la densidad ósea y previene la osteoporosis.
  • Ayuda a mantener un estilo de vida independiente (incrementa la capacidad para desarrollar tareas cotidianas y laborales).
  • Ayuda a disminuir las consecuencias de ciertas discapacidades y puede favorecer el tratamiento de algunas patologías que cursan con dolor.

SUPLEMENTACIÓN EN LA TERCERA EDAD

Una alimentación variada, equilibrada y que cubra los requerimientos calóricos aporta todos los nutrientes esenciales para la vida. Sin embargo, existen situaciones especiales acompañadas de una ingesta insuficiente (porque se come menos de lo que debería o bien porque los requerimientos están aumentados) que requieren el uso de suplementos nutricionales para evitar carencias.

Estos engloban ciertos nutrientes sintetizados en laboratorios y comercializados en las oficinas de farmacia presentes en diferentes formatos como las cápsulas, las pastillas efervescentes, las gotas o los sobres solubles.

En el proceso de envejecimiento aparecen diferentes cambios en las necesidades nutricionales de los ancianos en comparación con el resto de la población:

  • A causa de la pérdida de masa muscular y la disminución de ejercicio físico tienen un menor requerimiento energético.
  • A causa de la reducción de la síntesis proteica tienen mayores requerimientos proteicos.
  • A causa de la disminución de la motilidad intestinal tienen mayor necesidad de fibra dietética.
  • A causa de la limitación de la sensación de sed y por la reducción de agua corporal tienen mayor necesidad de líquidos para evitar deshidratación.
  • A causa de la dificultad para absorber hierro o calcio tienen mayor necesidad de estos micronutrientes.
  • A causa de la pérdida de estrógenos con la menopausia, las mujeres tienen mayor necesidad de calcio y de vitamina D.
  • A causa de la gastritis atrófica hay dificultad para absorber vitamina B12, ácido fólico, hierro, calcio y cinc, por lo que tienen mayor necesidad de estos.
  • A causa de la menor síntesis cutánea de vitamina D tienen mayor necesidad de esta.

Las personas de edad avanzada son un grupo con un riesgo aumentado de desnutrición debido a los cambios fisiológicos (disminución de la percepción del gusto, vista, oído y olfato, problemas de dentición, masticación y deglución, disminución de la secreción salival, gástrica y pancreática, cambios en la composición corporal), psico-sociales (soledad, aburrimiento, aislamiento, ingreso en instituciones geriátricas) y económicos relacionados con el proceso de envejecimiento, que  frecuentemente van unidos a diferentes procesos patológicos (enfermedades crónicas o agudas, polimedicación continuada que interfiere con la ingesta, absorción y metabolismo de algunos nutrientes y discapacidades).

En los más mayores, se recurre a la prescripción de suplementos nutricionales en las siguientes situaciones:

  • Aumento de la demanda nutricional: neoplasias, grandes quemados, fiebre, sepsis, infección, fibrosis quística, gastrectomías y periodos postoperatorios.
  • Trastornos de la digestión y de la absorción: enfermedad inflamatoria intestinal, pancreatitis, diarreas crónicas y síndrome de intestino corto.
  • Disminución de la ingesta oral: dentición inadecuada, anomalías mecánicas de la deglución o dentición, causas psicológicas (anorexia nerviosa, enfermedad de Alzheimer, depresión), enfermedades neurológicas (accidentes cerebro vasculares, traumatismo craneocefálico, esclerosis múltiple, tumores cerebrales y enfermedades neurodegenerativas) y anorexia consecuencia de la quimioterapia, la radioterapia, la enfermedad pulmonar obstructiva crónica, la insuficiencia cardiaca, etc.

RAZONES PARA RECHAZAR LOS TRANSGÉNICOS: ALERGIAS

No todas las opiniones sobre los alimentos recombinados son positivas, a continuación aparecen algunos posibles riesgos que se deben considerar:

Generación de alergias.

La alergia es una hipersensibilidad a una particular sustancia que, si se inhala, ingiere o se toca produce unos síntomas característicos.

La sustancia a la que se es alérgico recibe el nombre de alérgeno y los síntomas provocados son definidos como reacciones alérgicas. Cuando un alérgeno penetra en el organismo de un sujeto alérgico, el sistema inmunitario de éste responde produciendo una gran cantidad de anticuerpos llamados Ig E. La sucesiva exposición al mismo alérgeno producirá la liberación de mediadores químicos, en particular la histamina, que serán los responsables  de los síntomas típicos de la reacción alérgica.

La sintomatología de una alergia incluye alteraciones cutáneas (eczema de contacto, dermatitis atópica, urticaria y edema angioneural), alteraciones pulmonares (asma, neuropatía intersticial, neuropatía en eosinófilos), alteraciones oculares (conjuntivitis y queratitis), alteraciones otorrinolaringológicas (rinitis, sinusitis, epistaxis y anosmia), alteraciones digestivas (vómitos, dolor abdominal y diarreas) y alteraciones hematológicas (anemia, trombopenia, leucopenia y eosinofilia).

Cuando se aplican técnicas de ingeniería genética para alterar las propiedades nutricionales de los alimentos, suelen realizarse cambios en el contenido proteico. La mayoría de los alimentos transgénicos contienen proteínas para las cuales no se tienen métodos seguros para determinar si poseen o no capacidad alergénica. A través de la biotecnología las propiedades alergénicas pueden ser trasferidas de un alimento alergénico a otro que no lo es y provocar reacciones alérgicas a personas sensibles.

La compañía Pioneer Hi-Bred modificó semillas de soja con el objetivo de hacerlas más nutritivas a partir de un gen de nuez de Brasil que codificaba la metionina, aminoácido que no está presente en la soja. En este proceso de mejora también se transfirió un importante alergeno alimentario de las nueces, y como consecuencia las hojas causaron reacciones alérgicas similares a las propias de las nueces del Brasil. Esto se pudo observar después de realizar unas pruebas cutáneas a voluntarios alérgicos de las nueces del Brasil.

En el 1992 la Food and Drug Administration (FDA) estadounidense declaró que los alimentos transgénicos debían someterse a pruebas y era obligatorio especificar la sensibilidad alérgica en el etiquetado si se habían elaborado con ADN de cualquier alimento que se supiera que causara reacciones alérgicas.

En el año 1999 el York Nutrition Lab. de Inglaterra incluyó por primera vez la soja entre los diez posibles alergénicos en la alimentación humana y los casos de alergias subieron alrededor de un 50% en los años en que se introdujo la soja transgénica en el país (coincidiendo con la masificación del uso de soja genéticamente modificada en los últimos tiempos).

El polen de cultivos modificados genéticamente puede provocar problemas de alergias a personas sensibles. Un estudio realizado en la Universidad de Leicester para el Ministry of Agricultura, Fisheries and food (MAFF) de Londres pudo demostrar que las proteínas del polen recombinante podían permanecer activas en la miel durante varios días e incluso semanas.

Actualmente el riesgo no es muy elevado pero puede llegar a serlo si sigue aumentando el número de cultivos transgénicos.

CONSEJOS GENERALES PARA COMER FUERA DE CASA EN PUENTES Y NAVIDADES SIN ABANDONAR LA DIETA

NO LLEGUES HAMBRIENTO AL RESTAURANTE.

Toma un tentempié poco energético una hora antes de la comida, de esta forma evitarás un posterior atracón. Toma una fruta por ejemplo.

CONSULTA SOBRE EL MENÚ.

No des por sentado que sólo sirven lo que aparece en el menú. Casi siempre es posible pedir cocciones bajas en grasa como plancha, horno, etc.

BEBIDAS.

Mientras esperas tu plato bebe sólo agua o zumo de hortalizas (ejemplo: tomate o zanahorias).

PEDIR PRIMERO.

Así no surge la tentación de pedir los platos que piden tus amigos, seguramente repletos de calorías innecesarias.

ELEGIR BIEN.

Rechaza los fritos, rebozados, guisos, gratinados o empanados y optar siempre por cocciones a la plancha, parrilla, al vapor o en su propio jugo.

REDUCIR EL MENÚ.

En vez de pedirlo completo, es mejor pedir un segundo plato y acompañarlo, simplemente con una ensalada.

NO  TE LLENES.

Pide al camarero que retire el plato en cuanto te empieces a sentir llena. De esta manera no caerás en la tentación de seguir picando las sobras hasta que los demás acaben.

PAN DE ACOMPAÑAMIENTO.

Procura no pedir pan, es un alimento muy energético.

POSTRES.

Evita los postres dulces. Toma una fruta o un yogur desnatado.

Para cerrar el estómago bebe un café o infusión digestiva.

No tomes cortado y opta por el edulcorante artificial.

 

INFUSIONES.

–     Plantas diuréticas: Cola de Caballo, Abedul,  Estigma de Maíz y Velosilla o Pilosella.

–     Plantas depurativas: Alcachofa y Diente de León.

–     Plantas digestivas: Anís verde o Matalauva, Menta Piperita, Hinojo y Regaliz.

–     Plantas tranquilizantes: Melisa, Pasiflora o Pasionaria, Azahar, Tila y Manzanilla.

–     Plantas laxantes: plantas que aportan fibra o mucílagos (Zaragatona, Malva, Linaza), plantas que estimulan los intestinos (Cáscara Sagrada, Sen, Frángula, etc.).

 

FUENTES ALIMENTARIAS DE LAS VITAMINAS LIPOSOLUBLES

Vitamina. Alimento
Vitamina A o retinol.

 

Fuentes alimentarias en forma de retinol: hígado (de cordero, ternera o ave) y patés de hígado,  pescados azules y sus aceites (boquerón, arenque, atún), mariscos (gambas),  yema de huevo, mantequilla,  margarina y el queso cremoso

Fuentes alimentarias en forma de beta-carotenos: frutas  y verduras frescas de color rojo o naranja o con hojas de color verde oscuro: albaricoques, melocotones, melón, ciruela, mango, fresa, piña, tubérculos coloreados, zanahorias, calabaza,  tomates, brécol, col, espinacas,  escarola, pimiento rojo, berros, lechuga y espinacas

Vitamina D o colecalciferol.

 

Pescado, aceite de pescado, hígado,  mantequilla, manteca, leche, queso y yema de los huevos
Vitamina E o tocoferol.

 

Aceites vegetales, semillas, nueces,  almendras, judías de soja, verdura de hoja verde, germen de trigo y huevo
Vitamina K o naftoquinona.

 

Vegetales de hoja verde como la espinaca, col verde o rizada, brócoli, lechuga, espárragos o repollo. También  los tomates, legumbres, carne e hígado

FUENTES ALIMENTICIAS DE LAS VITAMINAS HIDROSOLUBLES

Vitamina. Alimento
Vitamina B1 o tiamina. Cereales integrales, frutos secos, carne de cerdo, hígado de ternera, verdura, pescado, leche y levadura
Vitamina B2 o riboflavina. Leche, carne,  vísceras, pescado, verdura de hojas verdes, queso,  cereales integrales, levadura,  nueces y cacao
Vitamina B6 o piridoxina. Carne, hígado, leche, huevos,  cereales integrales, hortalizas, pescado y algunas frutas como los plátanos
Vitamina B12 o cianocobalamina. Carnes, vísceras,  pescados (ejemplo: las sardinas, el atún y las almejas), lácteos y huevos.
Biotina. Hígado, levadura, pescado, carne, yema huevo, cereales integrales y frutos secos.  Además, la flora del intestino grueso la produce en pequeñas cantidades
Ácido fólico. Hortalizas, vísceras como el hígado, los cereales integrales, levadura, carne, leche. Además, la flora del intestino grueso la produce en pequeñas cantidades
Niacina. Cereales integrales, vísceras como el hígado, carne, pescado, queso, frutos secos como los cacahuetes, judías, verduras,  frutas y legumbres
Ácido pantoténico. Se encuentra en casi todos los alimentos.
Vitamina C o ácido ascórbico.

 

Frutas, en especial los cítricos, hortalizas, patatas, tomates y cereales germinados

CUIDADO CON EL EXCESO DE VITAMINA A

Aunque es poco común, el exceso de vitamina A a través del abuso de suplementos puede provocar toxicidad ya que se almacena y acumula en el hígado.

Esta puede ser aguda, producida por un tratamiento con cantidades excesivas de la vitamina, y crónica.

Cuando es aguda, se caracteriza por la aparición de molestias que obligan a retirar dicho tratamiento. Estas son digestivas (vómitos y/o náuseas) y neurológicas (psiquiátricas) como dolor de cabeza, irritabilidad, mareos, delirio e incluso convulsiones. También puede provocar fatiga, malestar, visión borrosa, inflamación, una mayor presión intracraneal, prurito o picazón y problemas óseos (dolor).

Cuando la intoxicación es crónica, los síntomas son muy parecidos a los de la intoxicación aguda pero en los más pequeños hay que añadir  el riesgo de retraso en el crecimiento y de lesión hepática, que puede llegar incluso a la cirrosis.

Las personas que padecen alguna hepatopatía y consumen grandes cantidades de alcohol pueden estar en riesgo de hepatotoxicidad por la suplementación de vitamina A.

Los fumadores que consumen exceso de alcohol y  se suplementan con beta-caroteno pueden estar en un mayor riesgo de cáncer de pulmón o enfermedad cardiovascular.

ALERGIAS ALIMENTARIAS

En las alergias alimentarias el sistema inmunitario reacciona tras la ingesta de un determinado alimento  y produce anticuerpos específicos con el objetivo de contrarrestarlo,  ya que lo percibe como una sustancia extraña y peligrosa.

Entre los principales causantes de alergia se encuentran los colorantes y conservantes sintéticos, algunas especias como el clavo, vainilla o mostaza,  huevos, chocolate, miel, algunas carnes como la de vaca, ternera o buey (sobretodo en lactantes), pescados, mariscos, algunos frutos secos como las almendras y nueces, cacahuetes y leche de vaca.

Los síntomas de las alergias alimentarias comienzan de inmediato, casi nunca después de 2 horas de ingerir el alimento.

Entre los signos más característicos se encuentran los siguientes:

  • Voz ronca.
  • Urticaria (ronchas rojizas, elevadas y a menudo pruriginosas que aparecen en la superficie de la piel en las reacciones alérgicas).
  • Sibilancias (sonido silbante y agudo durante la respiración que ocurre cuando el aire fluye a través de las vías respiratorias estrechas).

En reacciones severas, se puede presentar presión arterial baja e incluso la obstrucción de las vías respiratorias (shock anafiláctico).

En ocasiones también aparece dolor abdominal, náuseas, mareos, desmayos, rinorea, vómitos, congestión nasal, cólicos estomacales, diarrea, problemas para respirar, dificultad para deglutir, angioedema (hinchazón, especialmente de los párpados, cara, labios y lengua) y picazón de cualquier área, en especial de la boca, garganta, ojos o piel.

La identificación de las alergias alimentarias se realiza a través del test Prick o test cutáneo. Este es un examen simple, rápido, no muy costoso, con una alta especificidad y buena sensibilidad. Depende de la introducción de un extracto del alérgeno a estudiar en la dermis del paciente y la evaluación de la respuesta mediada por IgE local, que se caracteriza por ser rápida y evidente a la inspección de la región. Cuando el alérgeno se introduce en un individuo previamente sensibilizado, las moléculas de IgE en la superficie de los mastocitos provocan su degranulación al unirse al antígeno. Estos gránulos contienen múltiples mediadores como la histamina responsables determinar el inicio de una cascada de eventos quimiotácticos y de vasodilatación local, con lo cual se producen los cambios cutáneos que se miden en este examen.

EXCESO DE VITAMINA D

La suplementación de vitaminas debe estar supervisada siempre por un especialista. Algunas vitaminas liposolubles, como la vitamina D, pueden provocar intoxicaciones graves si se toman en exceso.

La vitamina D en dosis altas (entre 25 y 75 microgramos al día por kilo de peso dependiendo de cada persona) o en tratamientos prolongados puede producir intoxicación caracterizada por anorexia, náuseas y vómitos, sed intensa, mayor frecuencia de micciones,  deshidratación, hipertensión arterial, elevación del calcio en sangre y aumento del calcio en la orina.

Si la intoxicación persiste puede producir calcificación de los tejidos (las sales de calcio se fijan en los vasos sanguíneos, riñones, corazón y pulmones).

Un exceso de esta vitamina durante el embarazo es causa de aborto o de hipercalcemia en el bebé (una concentración sérica de calcio total mayor de 11 mg/dl y un nivel de calcio ionizado por encima de 5,5 mg/dl con síntomas y signos que incluyen letargo, tono disminuido, irritabilidad, poliuria, polidipsia, estreñimiento, vómitos, rechazo del alimento, pérdida de peso, acortamiento del intervalo QT y deshidratación).