La deglución es el paso de la saliva, alimento y líquidos procedentes de la boca hasta el estómago. Se trata de una acción que realizamos todas las personas habitualmente para alimentarnos de una manera segura y eficaz. Es una acción compleja ya que para realizar con normalidad necesitamos un buen control de la misma por parte del cerebro y un correcto movimiento de los músculos necesarios para tragar. Las alteraciones o dificultades para la deglución reciben el nombre de disfagia.
Quien sufre disfagia puede presentar ciertos signos que pueden ayudar a identificarla: tos/carraspeo persistente durante o después de las comidas, atragantamientos frecuentes, babeo frecuente, necesidad de tragar varias veces para poder tomar una misma cucharada, mantener la comida en los carrillos, comer excesivamente despacio y rechazar alimentos por miedo a atragantarse.
Recomendaciones ambientales para mejorar la situación: la comida debe realizarse sin prisas y en un ambiente tranquilo, no debe haber distracciones ni ruidos de fondo, la persona debe estar enfocada en el acto de comer, intentar mantener una rutina en las comidas, fragmentar en varias comidas la ingesta total diaria de pequeñas cantidades, después de comer limpiar la boca con una gasa empapada en colutorio mezclado con agua y, si es posible, cepillar los dientes.
Recomendaciones posturales: espalda recta en posición vertical en ángulo de 90 a 60◦ con los pies apoyados en el suelo y la cabeza alineada al tronco, colocar el alimento inicialmente por el lado más sensitivo, inclinar la cabeza hacia delante antes de tragar, utilizar la cuchara de postre para las comidas y que no se acueste inmediatamente después de las comidas (mantener una posición vertical durante 15-30 minutos).
Recomendaciones para estimular el Sistema Nerviosos Central antes de comer: ejercer una presión moderada en el dorso de la lengua con la cuchara, estimular con frío previamente el dorso de la lengua y el paladar con algodones fríos, cucharilla fría o depresor envuelto en una gasa humedecida con agua fría, no abusar de las instrucciones verbales (traga, come, abre la boca, cierra la boca,…) y estimular con sabores ácidos como el limón.
Consistencia adecuada: una consistencia adecuada evita complicaciones como el ahogamiento. Se debe procurar una consistencia suave y uniforme que no se disperse en la boca.
Recomendaciones para la dieta: ablandar los alimentos sólidos añadiendo leche, caldo o salsas, triturar para obtener texturas uniformes sin grumos, espinas, huesecillos o tropezones, no incluir diferentes consistencias en el mismo plato difíciles de tragar como el arroz caldoso o la sopa de fideos, evitar los alimentos que desprendan agua al masticar como las frutas (naranja, mandarina, pera,…) ya que hay riesgo de aspiración, evitar texturas demasiado pastosas que se pegan en el paladar como el chocolate o la miel y usar agua espesada o gelatinas para espesar.