CALENDARIO DE INTRODUCCIÓN DE ALIMENTOS PARA EL BEBÉ (II)

– Purés de carnes y pescados.

Entre los seis y siete meses se introduce la carne de vacuno y de ave. Se inicia con la de pollo, ya que la de ternera tiene un sabor más fuerte. Además, es más fácil de digerir y provoca menos reacciones alérgicas.

Si se tolera bien, alrededor de los quince días ya se puede introducir la carne de ternera. Se deben escoger las partes más tiernas y magras y eliminar toda la grasa visible.

Se puede empezar introduciendo unos diez gramos de carne (una vez retirada la piel y desperdicios), hasta llegar a cantidades de veinte o treinta gramos (entre los nueve y diez meses), incorporada en el puré de verduras.

A partir del año ya se puede introducir la carne de cordero (retirando la grasa visible) y el jamón salado.

Los embutidos no se deben introducir hasta los dos años, y las cantidades deben ser pequeñas debido a su contenido graso (máximo una vez a la semana).

No es recomendable utilizar vísceras como el hígado, sesos o riñón ya que pueden conservar restos de tóxicos y hormonas. Se esperará a los quince o dieciocho meses.

Hasta los nueve o diez meses no se introducen los pescados, ya que son alimentos muy alergénicos, incluso se debe esperar al año de vida si existen antecedentes familiares de alergias.

Se debe hacer poco a poco ya que tienen un sabor muy fuerte que suele provocar el rechazo por parte de los niños.

Se empieza con los pescados menos grasos como la merluza, lenguado, gallo o pescadilla. Se introducen hervidos junto a las verduras de la toma del mediodía, alternándolo con el consumo de la carne. Si se tolera bien, se podrá tomar para la cena.

Cuando el pequeño sabe masticar, podrá tomarlo chafado con el tenedor y mezclado con patata hervida.

Las cantidades iniciales oscilan entre los treinta y cuarenta gramos (una vez retirada la piel y las espinas).

Los pescados azules como el salmón, sardinas o atún no se introducen hasta los dieciocho meses y los mariscos hasta los tres años (en pequeñas cantidades). En caso de consumir el pescado en conserva se debe escurrir previamente el aceite.

– El huevo.

Al igual que el pescado, se trata de un alimento muy alergénico. Hasta los nueve meses no se debe introducir la yema y hasta los doce la clara.

Se añade un cuarto de yema cocida al puré, sustituyendo la porción de carne o de pescado. En las siguientes semanas se puede aumentar a media yema, tres cuartos y por fin, la yema entera. Con la clara se tendrá que actuar de la misma forma.

Al año el niño ya toma el huevo entero hervido, pasado por agua, revuelto o en tortilla.

A partir de los quince meses ya se puede introducir el huevo frito sin abusar del aceite.