QUINUA
La quinua es una planta que crece en los alrededores del lago Titicaca (Perú y Bolivia). Fue domesticada por los pueblos de América entre los años 3.000 y 5.000 antes de Cristo. Fue cultivada y consumida por las civilizaciones prehispánicas, pero a la llegada de los españoles se reemplazó por los cereales, aunque hoy día aún representa un alimento importante en la alimentación de los pueblos quechua y aymara de las zonas rurales de la región andina de América del Sur.
Su producción se ha triplicado en los últimos años por sus interesantes propiedades nutricionales. Actualmente la encontramos en más de 70 países.
Aunque muchos lo piensen, la quinua no es un cereal (gramínea). Se parece, por eso la encontramos en los supermercados junto al arroz integral, avena, espelta, cebada, mijo, maíz, centeno o trigo.
Pertenece a la familia de las quenopodiáceas como las espinacas, acelgas y remolacha, pero se compara con los cereales por su composición y su forma de comerlo.
De esta planta se aprovecha tanto sus semillas (quinua) como sus hojas, que se consumen como cualquier otra verdura.
Es una semilla considerada pseudocereal. Los granos suelen cocinarse como el arroz o bien, utilizarse tostados para la elaboración de harina.
Se cocina más rápido que los cereales y si no se lava antes de ser cocinada deja un característico sabor amargo.
¿Por qué incluirla en tu alimentación?
Una de sus principales cualidades nutricionales es su riqueza en proteínas de buena calidad. A diferencia de los cereales contiene todos los aminoácidos esenciales, por lo que es interesante en las dietas en las que hay poco aporte de alimentos de origen animal. Entre los más interesantes se encuentran la lisina, arginina e histidina, esenciales para el desarrollo durante la etapa infantil.
A diferencia de las legumbres, contiene metionina y cisteína, aminoácidos azufrados imprescindibles para el buen estado de la piel, tendones y ligamentos.
Además, cabe destacar su aporte en hierro, calcio, fósforo y vitaminas del grupo B, especialmente la B2 y la B9.
Su riqueza en vitamina E hace que sea un alimento potencialmente antioxidante.
Su contenido en fibra dietética es superior a la mayoría de cereales, por lo que es buena aliada para combatir el estreñimiento.
Su perfil graso es también destacable. La gran mayoría de grasas que contienen son poliinsaturadas. Los ácidos linoleico y linolénico se consideran ácidos grasos esenciales, ya que no los puede fabricar el organismo.
Por último, la quinua puede ser un alimento muy útil en las dietas de las personas con enfermedad celíaca porque no contiene gluten.