NUTRICIÓN DEL PACIENTE QUE HA SUFRIDO RESECCIÓN

Las personas que han sufrido una resección padecen alteraciones que influyen en su estado nutricional, más o menos graves en función de la cantidad y la porción del intestino remanente después de la intervención.

La evolución de los enfermos depende de diversos factores, entre ellos la extensión y localización del intestino resecado. La longitud del intestino delgado remanente determina la superficie de la mucosa que permite la absorción de nutrientes. No todos los nutrientes se absorben en el mismo sitio, así que según el lugar de la resección depende que nutrientes van a malabsorberse y también en que grado.

Cuando la resección se localiza en el ileon, aparecen alteraciones metabólicas a causa de que el yeyuno es incapaz de compensar las funciones de este, y como consecuencia puede producirse anemia megaloblástica, diarrea y esteatorrea.

Si la resección es distal, el tránsito intestinal se acelera por la pérdida de las hormonas intestinales (colecistoquinina y secretina) responsables de regular la motilidad y porque las enzimas pancreáticas e intestinales no tienen tiempo de contacto suficiente para actuar sobre los nutrientes y degradarlos.

A continuación aparecen otros factores que determinan la evolución de los pacientes:

-Presencia o no de válvula ileocecal.

– Estado de los segmentos digestivos.

 

– Adaptación del aparato digestivo a la nueva situación.