DIETA MEDITERRÁNEA

Se conoce como Dieta Mediterránea al modo de alimentarse basado en una idealización de algunos patrones dietéticos de los países mediterráneos, especialmente de España, sur de Francia, Italia, Grecia y Malta.

Se caracteriza por su simplicidad y el uso de productos frescos, locales y de temporada. Es una valiosa herencia popular transmitida de padres a hijos, generación tras generación, desde hace muchos siglos, y forma parte del carácter personal de todos los pueblos mediterráneos a lo largo de su historia. Es dinámica, con los años ha sabido evolucionar, acogiendo e incorporando nuevos alimentos y técnicas según la posición geográfica estratégica e intercambio de los pueblos mediterráneos.

Sus grandes pilares son el olivo, el trigo y la vid, seguidos por otros alimentos igual de importantes y nutritivos como las legumbres, verduras, frutas, pescado, quesos y frutos secos.

Sus principales características son las siguientes:

  • La riqueza en alimentos de origen vegetal.
  • El uso de aceite de oliva como fuente principal de grasa para cocinar o aderezar.
  • El consumo moderado de pescados, mariscos, huevos, aves de corral y lácteos.
  • El consumo de pequeñas cantidades de carnes rojas.

Los aportes diarios de vino (sólo los adultos) acompañando las comidas con los años ha sabido evolucionar, acogiendo e incorporando nuevos alimentos y técnicas según la posición geográfica estratégica e intercambio de los pueblos mediterráneos.

Los aportes diarios de vino (sólo los adultos) acompañando las comidas hacen de este patrón dietético un referente nutricional:

  • Bajo contenido en grasas saturadas.
  • Alta concentración de grasas monoinsaturadas.
  • Alto contenido en hidratos de carbono complejos y fibra.
  • Interesante proporción de sustancias antioxidantes.

Por todo ello, el Comité Intergubernamental para la Salvaguarda del Patrimonio Cultura Inmaterial de la Humanidad, reunido en Nairobi (Kenya) declaró en noviembre del 2010 la Dieta Mediterránea Patrimonio Inmaterial de la Humanidad de la Unesco.

España, Grecia, Italia y Marruecos presentaron conjuntamente la candidatura, que fue coordinada a nivel técnico por la Fundación Dieta Mediterránea, con sede en Barcelona.