DIFERENCIAS ENTRE LOS CEREALES REFINADOS E INTEGRALES

Los cereales refinados son los cereales enteros que en la molienda han perdido la cáscara, el salvado y el germen, utilizándose tan sólo el endospermo para preparar harina y otros productos derivados.

Puesto que alrededor del 90% del contenido nutricional de los cereales se concentra en el germen y el salvado, el cereal refinado pierde gran cantidad de sus nutrientes iniciales, importantes para nuestro organismo por ser elementos protectores de enfermedades como las cardiovasculares, la diabetes e incluso ciertos tipos de cáncer.

Los cereales integrales son los que no han sido procesados y conservan íntegramente el salvado (rico en fibra dietética), el germen (rico en proteínas, grasas poliinsaturadas, vitaminas y minerales) y el endospermo (rico en hidratos de carbono en forma de almidón), todos ellos alojados dentro de una cubierta no comestible.

Es recomendable sustituir algunos cereales refinados por los integrales. Su consumo es beneficioso para todo el mundo, sobretodo para aquellas personas que padecen diabetes, obesidad, alguna enfermedad cardiovascular o sigue una dieta vegetariana (los cereales integrales son una buena fuente de proteínas cuando se combina con legumbres o productos lácteos).

BUFFET LIBRE Y NIÑOS

Los restaurantes con buffet libre suelen ser un problema para las personas que les gusta comer en grandes cantidades. Los padres en todo momento deben vigilar las elecciones del pequeño con problemas de peso y también su cantidad. El exceso de alimentos puede crear un desequilibrio y malestar gástrico.

Consejos saludables para que el niño pueda comer en un buffet:

  • Procurar que el niño no llegue hambriento al restaurante.
  • Sentarse en una de las mesas que quedan lejos del buffet, mientras más cerca seguro que se realizan más viajes para llenar el plato.
  • Antes de coger ningún plato analizar todo lo que hay y seleccionar de manera inteligente. Hay que enseñar al pequeño para que sepa escoger.
  • Es mejor coger todos los platos del menú de golpe, así no se repite muchas veces. Coger un primero y un segundo y ya está, no probar muchas cosas diferentes.
  • Acostumbrarse a llenar platos pequeños, así la ración es más pequeña.
  • El niño debe comer sin prisas, relajado y masticando bien.
  • Ir a por el postre al final, cuando se hayan acabado el primer y segundo plato. Escoger solo uno y no repetir.
  • Escoger ensaladas, sacian rápido y son poco calóricas.
  • Mejor las carnes y pescados cocinados con técnicas poco grasas.
  • El niño debe aprender a dejar a un lado los pasteles y probar diferentes frutas y macedonias. Seguramente en casa no las quiere pero en el restaurante pareen más atractivas.
  • No abusar del pan ni de las salsas y aderezos grasos.
  • Aunque la bebida sea también ilimitada no abusar. La mejor bebida para los niños es el agua.

 

NO AL FAST FOOD PARA NUESTROS HIJOS

En ocasiones esporádicas, como es el caso de alguna celebración, la familia sale a comer o cenar fuera de casa. Los padres deben aprovechar este momento para introducir nuevos alimentos y diferentes cocciones que seguramente rechazarían en casa.

Cuando los niños escogen por sí mismos, suelen decantarse por alimentos como las pastas, filetes rebozados, filetes rellenos de jamón y queso, dulces y guarniciones a base de patatas fritas, dejando a un lado los que son más sanos y nutritivos como las verduras, hortalizas, frutas y pescados.

Los padres son el modelo a seguir en cuanto a hábitos alimentarios, deben promover estilos de vida saludables, ser un ejemplo en la mesa y promocionar la salud, sin excusas ni distracciones.

Son responsables de animar a sus hijos a que se decanten por las elecciones más sanas y apetitosas, con el objetivo de no desequilibrar la dieta, sobre todo si el niño está intentando bajar de peso.

¿Por qué hay que huir de los restaurantes de comida rápida?

Las cadenas de restaurantes de comida rápida cada vez ganan más consumidores por la rapidez que ofrecen en su servicio, los amplios horarios, las preparaciones gustosas y los precios económicos.

Según la Federación Española de Hoteles y Restaurantes (FEHR), en España hay ya cerca de 3.000 locales de este tipo y su número sigue creciendo de manera imparable.

Mucha gente, por falta de tiempo o de ganas de cocinar acude a estos restaurantes más ocasiones de las aconsejadas. Además, muchos establecimientos de este tipo llaman la atención de los más pequeños con sus salas adecuadas para el juego infantil y con los menús especiales con regalos divertidos.

Si su consumo es ocasional y moderado

no tiene que suponer ningún inconveniente para la salud del niño pero si se  convierte en un hábito que sustituye a los alimentos básicos  de la pirámide alimentaria puede provocar:

  • Exceso de calorías.

Con tan sólo una comida fast food se ingiere más de la mitad de la energía diaria necesaria. Si a ello añadimos la energía aportada por el resto de comidas del día, el contenido energético de la ingesta total se dispara y se favorece el exceso de peso.

  • Demasiada grasa saturada y colesterol.

El exceso de grasas saturadas y colesterol presentes en estos productos (carnes, salsas a base de huevo, mantequilla, nata, manteca, aceites de coco y palma que se usan en la fritura, etc.) aumentan el riesgo de enfermedades cardiovasculares como la hipertensión arterial y la hipercolesterolemia. Son enfermedades típicas de la edad adulta, pero se están viendo casos demasiado tempranos.

  • Digestiones difíciles.

En la mayoría de las ocasiones los alimentos están fritos, empanados o rebozados, por lo que se enriquecen en grasa, que calentada resulta aún más indigesta.

  • Exceso de aditivos.

Los productos servidos en los restaurantes de comida rápida contienen más sal que los preparados en casa, en parte porque el sodio se utiliza como conservante. Además, se utilizan otros conservantes, colorantes, anti apelmazantes, estabilizantes, etc. para conseguir el aspecto deseado en cuanto a color, olor, sabor y textura y así, una mayor aceptación por el consumidor. Estos platos suelen incluir condimentos fuertes o aditivos que potencian el sabor y que estimulan el apetito y, con el tiempo, alteran la percepción del sentido del gusto y crean hábito (incluso dependencia).

¿QUE NUTRIENTES CUIDAN TU PIEL?

Vitamina A (retinol):

Favorece la cicatrización, proporciona suavidad y refuerza las defensas naturales de la piel.

La puedes encontrar en productos de origen animal como mantequilla, huevos, hígado y queso.

Beta-caroteno:

Pigmento vegetal precursor de la vitamina A y con una potente acción antioxidante.

Lo encuentras en frutas y verduras muy rojas, moradas, amarillas y anaranjadas como la zanahoria, calabaza, boniato, nectarina, tomate, melocotón, cerezas, etc.

Vitaminas del grupo B:

Todas trabajan juntas para mantener el buen estado de la piel y en los procesos de renovación celular.

Las encontrarás en la mayoría de alimentos tanto de origen vegetal como de origen animal.

Están presentes en verduras, legumbres verdes, frutas como el plátano, duraznos, dátiles e higos, frutos secos, cereales integrales, carnes magras, pescados e hígado es fundamental.

Una de las más importantes es la vitamina B 6. Son fuentes importantes el pescado azul, huevo, frutos secos, levadura de cerveza, carnes magras, plátano, pasas, alubias, cereales integrales y aguacates.

Vitamina E (tocoferol)

Vitamina con gran poder antioxidante que retrasa el envejecimiento cutáneo. Lucha contra los radicales libres celulares que se forman por la acción de las radiaciones ultravioletas.

Los alimentos más ricos en vitamina E son los aceites vegetales como el de girasol, germen de trigo y oliva virgen extra, yema de huevo, cereales integrales, legumbres, verduras de hoja verde, frutos secos como las nueces, pescados y carnes.

Vitamina C (ácido ascórbico)

Actúa favoreciendo el sistema inmunológico, protege las células de los radicales libres, contribuye al buen estado de los huesos, dientes y vasos sanguíneos, mejora la absorción del hierro e interviene en la normal producción de colágeno, proteína esencial para el mantenimiento de la piel tersa y sin arrugas.

Puedes encontrar vitamina C en muchas frutas como los cítricos, kiwis, fresas y moras. También en vegetales como los pimientos, tomates, col, etc.

Selenio

Mineral de importante acción antioxidante que contribuye al retraso del envejecimiento de las células cutáneas. Se le atribuye la reducción del riesgo de aparición de ciertos tumores, entre ellos el de piel o melanoma.

Puedes encontrarlo en los productos lácteos, huevos, carnes, pescados, mariscos, cereales integrales, frutas, verduras y champiñones.

Cobre

Actúa reforzando la estructura del colágeno y elastina. Frena los signos propios de la edad y repara los daños producidos por la exposición al sol.

Además, tiene propiedades antimicóticas y antimicrobianos, lo que favorece el proceso de cicatrización de la piel.

Su carencia debilita la piel.

Se encuentra en  carnes, crustáceos, verduras, frutas, legumbres y en las ostras.

Cinc

Se trata de un componente de la epidermis, y protege de los rayos ultravioleta.

Interviene en la síntesis del colágeno y tiene acción antiinflamatoria.

Puedes encontrarlo en alimentos como carnes, vísceras, pescados, mariscos, productos lácteos, huevos, cereales integrales y legumbres.

Azufre

Es esencial para la fabricación de queratina,  proteína que constituye la parte fundamental de las capas más externas de la epidermis y de tejidos como las uñas y el pelo.

Además, ejerce una acción antiseborreica.

Lo puedes encontrar en los productos lácteos, huevos, levadura de cerveza y cereales integrales.

PRINCIPIOS GENERALES DE LA DIETA ASTRINGENTE

● Evitar la fibra vegetal insoluble presente en las verduras crudas, frutas crudas con piel, legumbres y cereales integrales, ya que aumenta el ritmo intestinal. Las verduras y legumbres hay que prepararlas en forma de puré, tamizadas o pasadas por el chino.
● Consumir fibra soluble, ya que presenta mayor viscosidad y es más fácilmente fermentada por las bacterias del colon, por lo que contribuye al mantenimiento y el desarrollo de la microbiota bacteriana y ayuda a controlar el número de deposiciones y su consistencia en episodios de diarrea. Se aconsejan alimentos ricos en pectinas como la manzana al horno, membrillo, zanahoria hervida, plátano maduro, etcétera.
● Administrar las calorías totales del día en comidas poco abundantes (las cantidades elevadas estimulan el peristaltismo intestinal y dificultan la digestión).
● Suprimir la leche por su contenido en lactosa y por tener una digestión prolongada. Se puede sustituir por yogures naturales bio, derivados lácteos líquidos con bífidus o queso fresco desnatado.
● Suprimir cocciones como los guisos, fritos, embutidos y salados, puesto que irritan la mucosa digestiva. Se aconsejan técnicas culinarias como el hervido, asado, horno, microondas, al baño maría, a la brasa, al vapor y en papillote.
● Eliminar las grasas, por ser de digestión prolongada.
● Suprimir todo tipo de salsas ácidas (con vinagre o limón) y de especias como la pimienta, ajo molido, pimentón picante o tabasco.
● Suprimir los estimulantes del reflejo gastrocólico y del peristaltismo como los zumos azucarados de naranja u otros cítricos, chocolate y dulces en general.
● Evitar temperaturas extremas y en especial la ingesta de líquidos fríos. La temperatura de la comida debe ser templada.
● Combatir la pérdida de líquidos y de electrolitos con agua o bebidas rehidratantes (procurar beber 500 mililitros de agua cada hora para evitar la aparición de deshidratación).

PROPIEDADES NUTRICIONALES DE LA SOJA

La soja, al igual que las lentejas, garbanzos, judías o guisantes, pertenece a la familia de las leguminosas.

Se forma dentro de las vainas. Cada una de ellas puede contener entre una y cuatro habas de tamaño pequeño y de diversos colores en función de la variedad: amarillas, verdes, marrones, negras o moteadas. La más consumida es la amarilla, muy preciada desde el punto de vista comercial  ya que a partir de ella se extrae el aceite.

Se trata de una planta anual que se cultiva durante la estación cálida. Su semilla se recolecta cuando la vaina amarillea.

Su cultivo es muy rentable, pues se adapta a diferentes climas y se ve afectada por pocas enfermedades.

El principal factor de su desarrollo en países orientales fue la carencia de proteínas de alta calidad para la alimentación. Para ellos, la soja siempre ha sido un regalo de los dioses.

La soja presenta un gran número de posibilidades gastronómicas. Se puede preparar como cualquier otra legumbre, pero además, a partir de ella se obtienen muchos derivados: aceites, harina, batido de soja, tofu, germen y productos fermentados como el natto o tempeh.

Sus propiedades nutricionales

La soja resulta un alimento muy completo, ingrediente ideal en la alimentación de toda la familia.

Es una de las legumbres más energéticas y sus proteínas, a diferencia de otros alimentos de origen vegetal, son de óptima calidad (contienen todos los aminoácidos esenciales, al igual que las carnes, pescados, lácteos o huevos).

Además, su contenido en fibra dietética es elevado y contiene ácidos grasos poliinsaturados omega 6 beneficiosos para la salud.

Se caracteriza por ser rica en minerales esenciales durante la etapa de crecimiento como el calcio, hierro, yodo, fósforo, magnesio y potasio.

En cuanto a las vitaminas, destaca su contenido en B1, B2, B3 y B6.

CONSEJOS PARA EL DESTETE

El destete designa el paso de la leche materna a la leche artificial y también el paso de una alimentación exclusiva a base de leche a otra diversificada.

Antes de los 3 meses destetar significa separar al bebé del pecho de su madre e introducir otra leche diferente: la artificial. A partir de los 4-6 meses destetar pasa a significar separarle del pecho de su madre además de diversificar su alimentación hasta que el bebé adopta la alimentación corriente de la familia y la lactancia materna desaparece completamente.

Es de fundamental importancia que el destete se inicie en el momento oportuno. Las consecuencias de hacerlo muy precozmente o demasiado tarde suelen acarrear problemas al bebé.

Consejos para la introducción de nuevos alimentos:

  • Procurar no iniciarla antes de los 4 meses, es preferible retrasarla hasta los 6 meses, cuando el organismo del pequeño está más maduro.
  • Las cantidades de los nuevos alimentos deben ser pequeñas y se deben ir aumentando de forma progresiva, observando la tolerancia del organismo del niño.
  • Los alimentos, en un principio, deben estar triturados de forma homogénea y una textura muy fina y de forma progresiva se debe ir cambiando a una textura más gruesa hasta llegar a los trozos.
  • Dejar un margen de tiempo mínimo de entre una y dos semanas desde que se introduce un alimento y luego se prueba otro para que el niño se pueda acostumbrar a los nuevos sabores y texturas.
  • No introducir los cereales con gluten antes de los 7 meses para evitar la aparición de intolerancia.
  • Evitar que el niño tome las papillas con biberón y potenciar el uso de la cuchara adaptada a la medida del pequeño.
  • Evitar la introducción de la leche de vaca antes de los 12 meses, dada la inmadurez intestinal.
  • Ofrecer el máximo de sabores, colores y texturas diferentes para estimular el sentido del niño.
  • En ningún caso se debe forzar al pequeño a comer ni tampoco se le debe triturar todo para que tarde menos en comer, de esta forma las comidas se hacen rutinarias.