Fisiopatologia y dietoterapia

DIVERSIFICACIÓN EN NIÑOS CON SÍNDROME DE DOWN

Aunque hay excepciones, es frecuente que el inicio de la alimentación complementaria en niños con Síndrome de Down se retrase hasta los 3-5 años. Los pequeños demandan texturas blandas, que sean fáciles de masticar, por diversas alteraciones de masticación y deglución.

El desarrollo de la dentición se retrasa en la mayoría de los casos y se completa con lentitud (y también con alteraciones).

Además, la hipotonía, su característica boca pequeña y su lengua grande dificultan enormemente la normal masticación y deglución.

Para tener éxito en la diversificación hay que seguir las siguientes pautas:

  1. Iniciarla cuando sea el momento adecuado, sin prisas pero sin demorarse demasiado.

Cuando es demasiado temprana, puede haber alteraciones para asimilar los alimentos diferentes a la leche y mayor riesgo de alteraciones digestivas, alergias y/o intolerancia a los alimentos. También existen alteraciones de la deglución, dificultad al respirar y accesos de tos debidos a la inmadurez neuromuscular.

Si, por el contrario, se tarda demasiado en iniciar la diversificación, puede aparecer desnutrición ya que la leche materna o artificial ya no es suficiente para hacer frente a los requerimientos energéticos y de nutrientes para un crecimiento y desarrollo adecuado.

  1. Introducir los alimentos de uno a uno, esperando una semana antes de ofrecer el siguiente.

De esta manera se acostumbra al sabor y textura y hay oportunidad de observar si hay alguna reacción adversa al consumir dicho alimento como aparición de ronchas o granos en la piel, diarreas o vómitos. Las cantidades de los nuevos alimentos deben ser pequeñas en un principio, según la tolerancia se irá aumentando la ración.

  1. La textura inicial de las preparaciones debe ser triturada, de forma homogénea y una textura muy fina para evitar ahogos.

Progresivamente se irá cambiando a una textura más gruesa hasta llegar a alimentos chafados y trozos sólidos. El esfuerzo muscular de masticar es positivo para mejorar la hipotonía, por ello es recomendable que cuando el pequeño ya pueda tomar alimentos chafados o en trozos se limiten los purés líquidos.

  1. No incluir hasta los 8 meses los cereales con gluten.

Los niños con Síndrome de Down tienen más riesgo de padecer intolerancia al gluten, por lo que se debe optar por los cereales sin gluten (maíz y arroz).

  1. Dejarle tiempo para que mastique los alimentos.

Es frecuente que el niño con Síndrome de Down tenga más dificultades para aprender a masticar que a los demás, pero es conveniente que ejercite sus músculos, se acostumbre al esfuerzo y adquiera el hábito de una buena masticación.

  1. Dejar que el niño siga su propio ritmo, sin presionar.

Cada niño es diferente, aun así, los niños con Síndrome de Down suelen iniciar la toma de alimentos sólidos sobre los 8 meses, cogen los alimentos con sus dedos aproximadamente a los 10-12 meses y beben solos en una taza a los 20 meses aproximadamente. A los 2 años ya saben coger una cuchara y llevársela a la boca.